Lleva este nombre por el mercadillo que se celebraba todas las mañanas; en él se vendían verduras, castañas y frutas. En el siglo XIX se instaló en esta plaza la fábrica de la luz, siendo Pontevedra una de las primeras ciudades españolas en contar con este servicio. Los edificios que rodean esta plaza destacan por sus soportales con antiguos locales de tabernas típicas. Encontramos, además, una fuente igual a la existente en la Plaza de Curros Enríquez.
(Concelho de Pontevedra)
(Concelho de Pontevedra)