Barcelona es el único lugar del mundo donde se hace bailar un huevo.
L’ou com balla (Como baila el huevo) es una costumbre que consiste en lograr que un huevo baile. Se coloca un huevo sobre un surtidor y al salir el agua lo eleva, lo hace girar y girar de tal manera que parece que baile.
El huevo se hace bailar solo una vez al año, durante el día de Corpus Christi y en diferentes surtidores de claustros, patios y jardines de Barcelona. El más famoso es el de la fuente del claustro de la Catedral de Barcelona. Tiene un pequeño truco, se hace un pequeño orificio por donde se vacía su contenido, luego se tapa con cera blanca y ya se puede colocar en lo alto del chorro de agua de una fuente, que este empezara a voltear sin parar ni caer. Realmente estamos presenciando una demostración del principio de Bernoulli, que explica a la perfección la estabilidad del huevo sobre el chorro de agua.
Es una de las diferentes fiestas que se celebran en Barcelona y que datan del siglo XVI o XVII, por lo tanto una de las más antiguas.
Esta tradición tiene un origen discutido y que se interpreta de diferentes formas. Hay quien dice que es una metáfora del ciclo de la vida, hay quien la asocia con el cuerpo de Cristo, algunos como una tradición llegada de Austria por los exiliados de la Guerra de Sucesión y otros como un mero juego de entretenimiento de la Edad Media, que probablemente, por simple, sea la más acertada.
Y si finaliza esta festividad sin que el huevo se caiga, esto significará buena suerte y prosperidad hasta el próximo Corpus.
L’ou com balla (Como baila el huevo) es una costumbre que consiste en lograr que un huevo baile. Se coloca un huevo sobre un surtidor y al salir el agua lo eleva, lo hace girar y girar de tal manera que parece que baile.
El huevo se hace bailar solo una vez al año, durante el día de Corpus Christi y en diferentes surtidores de claustros, patios y jardines de Barcelona. El más famoso es el de la fuente del claustro de la Catedral de Barcelona. Tiene un pequeño truco, se hace un pequeño orificio por donde se vacía su contenido, luego se tapa con cera blanca y ya se puede colocar en lo alto del chorro de agua de una fuente, que este empezara a voltear sin parar ni caer. Realmente estamos presenciando una demostración del principio de Bernoulli, que explica a la perfección la estabilidad del huevo sobre el chorro de agua.
Es una de las diferentes fiestas que se celebran en Barcelona y que datan del siglo XVI o XVII, por lo tanto una de las más antiguas.
Esta tradición tiene un origen discutido y que se interpreta de diferentes formas. Hay quien dice que es una metáfora del ciclo de la vida, hay quien la asocia con el cuerpo de Cristo, algunos como una tradición llegada de Austria por los exiliados de la Guerra de Sucesión y otros como un mero juego de entretenimiento de la Edad Media, que probablemente, por simple, sea la más acertada.
Y si finaliza esta festividad sin que el huevo se caiga, esto significará buena suerte y prosperidad hasta el próximo Corpus.