La torre de la iglesia, que asoma como un oscuro monolito entre árboles y tupidas matas de arbustos, señala la presencia de la recoleta población de Acin, una de las antiguas cabeceras municipales del valle de Garcipollera. Este valle, incrustado en los Pirineos y de una sosegada belleza, aparece citado en los documentos medievales como Val Cebollera y ya en aquella época reunía numerosas aldeas apiñadas en torno a sus modestos templos románicos. Durante el siglo XIX y pese a la relativa pobreza del suelo, la zona contaba con huertas de legumbres, favorecidas por la riqueza de agua, así como extensos pinares donde los lugareños hacían carbón y cortaban la leña que abastecía a la población de Jaca, las directrices desarrollistas de mediados del siglo XX impusieron la plantación masiva de pinar en todo el valle y durante los años 50 la mayoría de sus habitantes lo fueron abandonando para buscar el sustento en otros lugares.
Camino de Santiago
Fue así como entraron en un proceso de ruina imparable Bergosa, Yosa, Larrosa y otros pueblos de La Garcipollera, que ahora apenas exhiben los restos de sus iglesias, en su mayoría del siglo XI, rodeados de casas derrumbadas. Uno de estos pueblos es Acin, al que se llega salvando un terreno muy desigual atravesado por el río Ijuez, que antaño anegaba la zona con sus continuas crecidas. Los restos del pueblo se reducen a algunos tejados y muros de piedra hundidos, que recuerdan un reducido núcleo de viviendas, aunque el pueblo llegó a contar con una escuela "de primeras letras" y una ermita consagrada a San Esteban que ya en el siglo XIX estaba en ruinas.
Coronando el cerro sobre el que se alzaba el caserío destaca el perfil de la iglesia parroquial, consagrada a San Juan Bautista y que estuvo dotada de tres altares. Hoy, este templo románico del siglo XII, realizado con una tosca piedra de sillería, solo conserva su bonita torre y los restos de su ábside, pero todavía evoca el pasado medieval de esta aldea lindante con el Camino de Santiago aragonés.
(Pilar Alonso y Alberto Gil)
Camino de Santiago
Fue así como entraron en un proceso de ruina imparable Bergosa, Yosa, Larrosa y otros pueblos de La Garcipollera, que ahora apenas exhiben los restos de sus iglesias, en su mayoría del siglo XI, rodeados de casas derrumbadas. Uno de estos pueblos es Acin, al que se llega salvando un terreno muy desigual atravesado por el río Ijuez, que antaño anegaba la zona con sus continuas crecidas. Los restos del pueblo se reducen a algunos tejados y muros de piedra hundidos, que recuerdan un reducido núcleo de viviendas, aunque el pueblo llegó a contar con una escuela "de primeras letras" y una ermita consagrada a San Esteban que ya en el siglo XIX estaba en ruinas.
Coronando el cerro sobre el que se alzaba el caserío destaca el perfil de la iglesia parroquial, consagrada a San Juan Bautista y que estuvo dotada de tres altares. Hoy, este templo románico del siglo XII, realizado con una tosca piedra de sillería, solo conserva su bonita torre y los restos de su ábside, pero todavía evoca el pasado medieval de esta aldea lindante con el Camino de Santiago aragonés.
(Pilar Alonso y Alberto Gil)