Aunque el tabaco es originario de América, el cigarrillo es un invento genuinamente español, fruto del ingenio de los mendigos de de la ciudad de Sevilla, que en el siglo XVI empezaron a aprovechar los desperdicios del tabaco y a liarlos en finas hojas de papel de arroz. Hasta 1825, año en que empezaron a ser empaquetados y comercializados, nadie vio el potencial de este producto, cuyas primeras cajetillas manufacturadas comenzaron a venderse en 1833.
(ABC)
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