Llamado Ailim por los antiguos celtas, correspondiente a la letra "A" en el Alfabeto druídico Ogham, su uso como árbol de Navidad en muchas partes de Europa lo convierten en un símbolo de alegría y prosperidad, ya que la tradición dice que "poner el árbol" ayuda a que las fiestas transcurran felizmente.
También llamado "Arbol del nacimiento", antiguamente sus agujas se quemaban durante el nacimiento para bendecir y proteger a la madre y al bebé.
(Mitología Asturiana)
También llamado "Arbol del nacimiento", antiguamente sus agujas se quemaban durante el nacimiento para bendecir y proteger a la madre y al bebé.
(Mitología Asturiana)