Capital de la comarca de La Morana, se localiza a 50 kilómetros al norte de Ávila y a 126 de Madrid. En la confluencia de los ríos Adaja y Arevalillo, atravesados ambos por puentes mudejares. Su importante conjunto histórico, típicamente castellano, y la reputación alcanzada por su gastronomía la han convertido los fines de semana en cita obligada para mucha gente de la provincia de Ávila, así como para madrileños y segovianos.
Tiene 7.100 habitantes buena parte de ellos centrados en actividades relacionadas con el turismo, si bien la agricultura y la ganadería juegan un papel importante en el desarrollo de la población.
HISTORIA
Fronteriza con las provincias de Segovia, Salamanca y Valladolid, Arévalo ha sido desde siempre cruce de caminos, por lo que en su suelo ha habido asentamientos de todos cuantos pueblos han habitado la Península, desde los celtas a los árabes. Precisamente a los árabes debe la mayor parte de sus monumentos. Fueron ellos quienes construyeron el Alcázar y reforzaron la muralla, los mismos que levantaron puentes y crearon pozos, alcanzando gran maestría en todo lo referente a obras públicas. También de esa época es el conjunto de iglesias mudejares, quizás el más impresionante de Ávila. Reconquistada en el siglo XI. hubo de ser repoblada por diferentes linajes cuyos escudos de armas aún adornan la ciudad. En Arévalo han vivido personajes de la talla de San Ignacio de Loyola, Germana de Foix (segunda esposa de Fernando el Católico) o San Juan de la Cruz.
Particular mención haremos de Isabel la Católica, nacida en la vecina Madrigal de las Altas Torres, y que en Arévalo pasó buena parte de su juventud. Sus habitantes fueron testigos de los duros conflictos entre los nobles partidarios de Isabel y los que se negaban a que accediera al trono de Castilla. Los de Arévalo permanecieron siempre fieles a la que después sería la reina católica.
(Guía azul - Pueblos escogidos)
Tiene 7.100 habitantes buena parte de ellos centrados en actividades relacionadas con el turismo, si bien la agricultura y la ganadería juegan un papel importante en el desarrollo de la población.
HISTORIA
Fronteriza con las provincias de Segovia, Salamanca y Valladolid, Arévalo ha sido desde siempre cruce de caminos, por lo que en su suelo ha habido asentamientos de todos cuantos pueblos han habitado la Península, desde los celtas a los árabes. Precisamente a los árabes debe la mayor parte de sus monumentos. Fueron ellos quienes construyeron el Alcázar y reforzaron la muralla, los mismos que levantaron puentes y crearon pozos, alcanzando gran maestría en todo lo referente a obras públicas. También de esa época es el conjunto de iglesias mudejares, quizás el más impresionante de Ávila. Reconquistada en el siglo XI. hubo de ser repoblada por diferentes linajes cuyos escudos de armas aún adornan la ciudad. En Arévalo han vivido personajes de la talla de San Ignacio de Loyola, Germana de Foix (segunda esposa de Fernando el Católico) o San Juan de la Cruz.
Particular mención haremos de Isabel la Católica, nacida en la vecina Madrigal de las Altas Torres, y que en Arévalo pasó buena parte de su juventud. Sus habitantes fueron testigos de los duros conflictos entre los nobles partidarios de Isabel y los que se negaban a que accediera al trono de Castilla. Los de Arévalo permanecieron siempre fieles a la que después sería la reina católica.
(Guía azul - Pueblos escogidos)