La reina Isabel la Católica recibió en el año 1477,el día 9 de Julio a las autoridades locales para que le fueran leídos la totalidad de las ordenanzas dispuestas para llevar a cabo un correcto gobierno, que dictaba su alteza.
Según se ha contado y transmitido de generación en generación, no habiendo un registro veraz de la anécdota, la audiencia transcurría mientras la mismísima reina se mantenía sentada sobre un piedra, apoyando cómodamente sus pies en otra similar.
Según se ha contado y transmitido de generación en generación, no habiendo un registro veraz de la anécdota, la audiencia transcurría mientras la mismísima reina se mantenía sentada sobre un piedra, apoyando cómodamente sus pies en otra similar.