Hildegart Rodríguez fue concebida para redimir al proletariado y al sexo femenino y debidamente programada para ello.
Como entonces no había bancos de semen, su madre, Aurora, había seleccionado cuidadosamente a su progenitor, al que abandonó tras quedar embarazada.
Cumplidos los 18 reclamó su independencia. Pero su creadora tenía otros planes para su 'muñeca de carne' e incapaz de retenerla le asestó cuatro tiros que acabaron con su vida.
Como entonces no había bancos de semen, su madre, Aurora, había seleccionado cuidadosamente a su progenitor, al que abandonó tras quedar embarazada.
Cumplidos los 18 reclamó su independencia. Pero su creadora tenía otros planes para su 'muñeca de carne' e incapaz de retenerla le asestó cuatro tiros que acabaron con su vida.