Guantes Piqueras es una guantería familiar fundada en el año 1886, donde llegó Antonia Mulas con 13 años, pasando a regentarlo cuando falleció su fundador en 1949. Está dedicado a la venta de guantes y abanicos. El establecimiento posee la distinción de la Cámara de Comercio, entregada en el año 1986.
Entrar es, pasar a un mundo donde predomina, y mucho, la simbología de los guantes y los abanicos. Es un local pequeño de 30 m2 si sumamos tienda y almacén, y cuyos expositores son cajas de madera.
Hoy en día son sus hijas, Margarita y Pilar Piqueras, quienes están al frente de un local que está en ese lugar desde 1965, camino ya de los 50 años; pero ahora sin el objeto que identificó al comercio, una gran mano de madera enguantada, situada en la puerta del negocio con la función de indicar dónde estaba y qué se vendía.
Margarita y Pilar han crecido en la tienda. “Cuando veníamos del colegio merendábamos en la parte trasera y ya nos encantaba nuestro negocio“, comenta una de ellas.
La Manota, como era conocida dicha mano de madera, fue el emblema de la tienda hasta que en el año 1991 fue robada y, posteriormente, reemplazada por una réplica que años después corrió la misma suerte que su predecesora. Ha estado más de 100 años colgada en la fachada. Estaba tallada toda en 1 tronco de madera. Ahora sólo podemos mostrarla en fotos.
En 1986, declarado Comercio Centenario por la Cámara de Comercio de Valencia y Comercio declarado como Emblemático en 2013.
Es un comercio centenario donde el cliente es fiel de generación en generación.
Entrar es, pasar a un mundo donde predomina, y mucho, la simbología de los guantes y los abanicos. Es un local pequeño de 30 m2 si sumamos tienda y almacén, y cuyos expositores son cajas de madera.
Hoy en día son sus hijas, Margarita y Pilar Piqueras, quienes están al frente de un local que está en ese lugar desde 1965, camino ya de los 50 años; pero ahora sin el objeto que identificó al comercio, una gran mano de madera enguantada, situada en la puerta del negocio con la función de indicar dónde estaba y qué se vendía.
Margarita y Pilar han crecido en la tienda. “Cuando veníamos del colegio merendábamos en la parte trasera y ya nos encantaba nuestro negocio“, comenta una de ellas.
La Manota, como era conocida dicha mano de madera, fue el emblema de la tienda hasta que en el año 1991 fue robada y, posteriormente, reemplazada por una réplica que años después corrió la misma suerte que su predecesora. Ha estado más de 100 años colgada en la fachada. Estaba tallada toda en 1 tronco de madera. Ahora sólo podemos mostrarla en fotos.
En 1986, declarado Comercio Centenario por la Cámara de Comercio de Valencia y Comercio declarado como Emblemático en 2013.
Es un comercio centenario donde el cliente es fiel de generación en generación.