El Diccionario dice "Aguinaldo" y éso es lo que vale. Sin embargo, el tratadista Juan Cervera Bachiller, en su libro "Supersticiones y creencias" argumenta los siguiente:
El muérdago era conocido entre los Galos con el nombre de "gui" y por eso los Druidas convocaban al pueblo a la ceremonia descrita, al grito de "¡Gui! ¡gui!"
De ahí vino en las Galias la frase de «á gui l'an neuf» ó «au gui de l'an nouveau» que se convirtió, por abreviatura, con el trascurso del tiempo en una sola palabra, "aguilanneu", de la que procede directa e inmediatamente, sin género alguno de duda, la voz aguinaldo con que actualmente designamos en España los regalos que se hacen por año nuevo.
Ya que de esto hablamos, nos permitiremos manifestar que, atendido el origen de esta frase, que es indubitable bajo e! punto de vista etimológico é histórico, no nos explicamos por qué se haya dado en lo que nosotros creemos corruptela de decir «aguinaldo», quizá por limar la frase, aunque dejándola vacía de sentido y de expresión, y no «aguilando» como antiguamente se decía y como dice aún la gente de nuestras aldeas, siendo así que, salvo el levísimo cambio de la segunda n por la d, esta última palabra es la que conserva la pureza de su origen, el vigor primitivo de su significado, la propiedad y sencillez de la expresión; mientras que la voz «aguinaldo» no significa nada, no encierra ningún recuerdo, propia y lógicamente considerada, ni tiene explicación posible.
Dada nuestra insignificancia, debemos respetar, y respetamos, la innovación, quien quiera sea el que la hubiere introducido; pero creemos que puedo perdonársenos la observación en gracia a los sólidos fundamentos en que la apoyamos y que otros, más peritos en materias filológicas, apreciarán en lo que valieren.
El muérdago era conocido entre los Galos con el nombre de "gui" y por eso los Druidas convocaban al pueblo a la ceremonia descrita, al grito de "¡Gui! ¡gui!"
De ahí vino en las Galias la frase de «á gui l'an neuf» ó «au gui de l'an nouveau» que se convirtió, por abreviatura, con el trascurso del tiempo en una sola palabra, "aguilanneu", de la que procede directa e inmediatamente, sin género alguno de duda, la voz aguinaldo con que actualmente designamos en España los regalos que se hacen por año nuevo.
Ya que de esto hablamos, nos permitiremos manifestar que, atendido el origen de esta frase, que es indubitable bajo e! punto de vista etimológico é histórico, no nos explicamos por qué se haya dado en lo que nosotros creemos corruptela de decir «aguinaldo», quizá por limar la frase, aunque dejándola vacía de sentido y de expresión, y no «aguilando» como antiguamente se decía y como dice aún la gente de nuestras aldeas, siendo así que, salvo el levísimo cambio de la segunda n por la d, esta última palabra es la que conserva la pureza de su origen, el vigor primitivo de su significado, la propiedad y sencillez de la expresión; mientras que la voz «aguinaldo» no significa nada, no encierra ningún recuerdo, propia y lógicamente considerada, ni tiene explicación posible.
Dada nuestra insignificancia, debemos respetar, y respetamos, la innovación, quien quiera sea el que la hubiere introducido; pero creemos que puedo perdonársenos la observación en gracia a los sólidos fundamentos en que la apoyamos y que otros, más peritos en materias filológicas, apreciarán en lo que valieren.