Inventado hacia 1450, fue el primer cañón portátil de la historia. Su nombre procede del holandés y significa “cañón de gancho”.
A pesar de que podía ser transportado y utilizado por un solo hombre, los primeros modelos tenían que ser disparados apoyados sobre una especie de trípode y su proceso de carga era muy lento y complejo.
Con el paso de los años, el arcabuz fue perfeccionándose y aligerándose, hasta que en la segunda mitad del siglo XVI acabó dando paso al mosquete.
A pesar de que podía ser transportado y utilizado por un solo hombre, los primeros modelos tenían que ser disparados apoyados sobre una especie de trípode y su proceso de carga era muy lento y complejo.
Con el paso de los años, el arcabuz fue perfeccionándose y aligerándose, hasta que en la segunda mitad del siglo XVI acabó dando paso al mosquete.