En la comarca del Duranguesado y en el extremo oriental de la provincia de Vizcaya, Elorrio se encuentra rodeado de varios montes como el Itxorta, Udalaitz, Memaia, Santa Mariñazar y Erdella. Está atravesado por el río Zumelegi y disfruta de un clima bastante benigno. La capital más cercana es Bilbao, a treinta y nueve kilómetros y otros pueblos cercanos son Durango, a diez kilómetros y Eibar, a quince. Sus 7.233 habitantes se dedican fundamentalmente al sector servicio y a industrias.
HISTORIA
Elorrio es fundada como villa en el año 1356 por el Conde Don Tello, Señor de Vizcaya. En aquella época los guipuzcoanos resultaban unos enemigos persistentes que bajaban a aprovisionarse a esta zona y para contrarrestar estas incursiones fue amurallada. Luego, las bandas en fricción serían distintas familias influyentes como los Oñaz y los Ganboa y en esas riñas también se utilizaron las murallas. El primer emplazamiento tuvo lugar en la anteiglesia de San Agustín de Etxebarría.
Entre los episodios que han determinado la historia y carácter de esta localidad vizcaína hay que detacar la Batalla de Elorrio que enfrenta a los Ibarra con los Sancho de Martzana en 1468. Estos segundos se refugiaron dentro de las murallas de la villa y soldados de Joan de Abendaño y del Conde Haro vinieron en su ayuda mientras que para respaldar a los Ibarra acudieron los de Muxika, los hijos de Lope García de Salazar y el linaje de Butrón.
En un momento imprevisto de la batalla los que se encontraban parapetados en el interior de las murallas lanzaron un lombardazo a las tropas situadas fuera que comenzaron una huida dejando campo libre a los de Martzana. Estos los persiguieron, destruyeron la torre de Ibarra y quedaron como dueños y señores de Elorrio y sus alrededores.
Elorrio ha sido la cuna del primer vizcaíno elevado a los altares. Uno de sus hijos ilustres, Valentín de Berrio Otxoa, fue canonizado por Juan Pablo II en 1988 tras una intensa vida misionera. Nació en Elorrio, en el palacio Arrióla, y después de ordenarse sacerdote, cuando tenía 29 años, fue destinado a Filipinas. Solicita ir a Vietnam donde los cristianos eran muy perseguidos y allí fue nombrado Obispo hasta que es apresado y decapitado en 1861. Sus reliquias fueron repatriadas a su pueblo de nacimiento, a la Basílica de la Purísima Concepción.
(Guía Azul)
HISTORIA
Elorrio es fundada como villa en el año 1356 por el Conde Don Tello, Señor de Vizcaya. En aquella época los guipuzcoanos resultaban unos enemigos persistentes que bajaban a aprovisionarse a esta zona y para contrarrestar estas incursiones fue amurallada. Luego, las bandas en fricción serían distintas familias influyentes como los Oñaz y los Ganboa y en esas riñas también se utilizaron las murallas. El primer emplazamiento tuvo lugar en la anteiglesia de San Agustín de Etxebarría.
Entre los episodios que han determinado la historia y carácter de esta localidad vizcaína hay que detacar la Batalla de Elorrio que enfrenta a los Ibarra con los Sancho de Martzana en 1468. Estos segundos se refugiaron dentro de las murallas de la villa y soldados de Joan de Abendaño y del Conde Haro vinieron en su ayuda mientras que para respaldar a los Ibarra acudieron los de Muxika, los hijos de Lope García de Salazar y el linaje de Butrón.
En un momento imprevisto de la batalla los que se encontraban parapetados en el interior de las murallas lanzaron un lombardazo a las tropas situadas fuera que comenzaron una huida dejando campo libre a los de Martzana. Estos los persiguieron, destruyeron la torre de Ibarra y quedaron como dueños y señores de Elorrio y sus alrededores.
Elorrio ha sido la cuna del primer vizcaíno elevado a los altares. Uno de sus hijos ilustres, Valentín de Berrio Otxoa, fue canonizado por Juan Pablo II en 1988 tras una intensa vida misionera. Nació en Elorrio, en el palacio Arrióla, y después de ordenarse sacerdote, cuando tenía 29 años, fue destinado a Filipinas. Solicita ir a Vietnam donde los cristianos eran muy perseguidos y allí fue nombrado Obispo hasta que es apresado y decapitado en 1861. Sus reliquias fueron repatriadas a su pueblo de nacimiento, a la Basílica de la Purísima Concepción.
(Guía Azul)