Tal recinto, la Plaza del Mercado, se abre ante los dos soportales de la iglesia, el occidental y el del medio que ocupan, respectivamente, los terrenos del cementerio viejo y nuevo, es decir, el que correspondía a la primera fábrica de la iglesia y aquel que se formó al reedificarse el templo en el siglo XVII. Los dos soportales parecen también obra de este siglo, aunque añadidos posteriormente. El occidental corresponde a la tipología corriente de pórtico simple abierto a los pies de la iglesia, mientras que el segundo constituye una solución excepcional por la espléndida estructura de su cubierta formada por nueve cerchas arqueadas propias de la mejor línea de la arquitectura de madera para armar de los maestros carpinteros barrocos. Las armaduras resuelven espléndidamente la luz de la cubierta de vertientes a un agua, sustituyendo el tirante horizontal por una solución en arco que magnifica el espacio y triangula el extremo más alto para trasladar los mayores empujes al muro de la iglesia y a los pilares adosados a ella. El perímetro exterior lo constituyen trece tramos en arco que enlazan los potentes contrarrestos y apoyos de las cerchas; existen cinco entradas jalonadas por pináculos laterales moldurados estando cerrados los demás tramos por múrete de sillería caliza con bancos corridos al interior que, con los adosados al muro de la iglesia, forman una doble fila de asientos propia de un paseo, función que actualmente desempeña este singularísimo espacio, además del de lugar de encuentro.
El suelo está pavimentado con losas calizas desde 1777, fecha en que probablemente los canónigos de la iglesia accedieron a compartir el paseo cotidiano con el resto de la población, que terminó haciéndolo suyo.
La edificación perimetral es muy discreta y está siendo sustituida por soluciones de mayor altura y escasa adecuación al conjunto.
( La plaza en la ciudad)
El suelo está pavimentado con losas calizas desde 1777, fecha en que probablemente los canónigos de la iglesia accedieron a compartir el paseo cotidiano con el resto de la población, que terminó haciéndolo suyo.
La edificación perimetral es muy discreta y está siendo sustituida por soluciones de mayor altura y escasa adecuación al conjunto.
( La plaza en la ciudad)