Culebra con cabeza de castrón, cuyo nombre es parecido a la localidad de Següenco en Cangas de Onís, situado en el oriente de Asturias donde habitan múltiples leyendas de serpientes aladas que podrían tener su origen en este dios antiguo. Este ser pudo evolucionar en el actual cuélebre de la mitología asturiana.
Cerca del mirador de Següencu está el pueblo de Onao, en Cangas de Onís, en el que se contaba una historia sobre un cuélebre que, cuando salía de la cueva donde habitaba, cubría los cuatro picos del valle, ensombreciendo el día.
Cerca del mirador de Següencu está el pueblo de Onao, en Cangas de Onís, en el que se contaba una historia sobre un cuélebre que, cuando salía de la cueva donde habitaba, cubría los cuatro picos del valle, ensombreciendo el día.