Para jugar se necesita un frontón que debe medir 54 metros de largo y 10 metros de ancho y de alto. Precisa también de una contracancha de cinco metros de ancho, una red a la altura del techo que protege al público del peligro de un mal recorrido de la bola. La pelota consta de un núcleo de 80 gramos de goma pura mezclada con algo de hilo y está forrada de piel de cabra. La belleza de este juego depende, en parte, de la calidad de la bola, que ha de ser ante todo rápida. Los jugadores portan un remonte cesta atada a la mano, como si fuera un guante, para dar a la durísima pelota.
Normalmente se suele jugar en dobles o parejas, aunque el uno contra uno también se contempla. El dos contra tres, si una de las parejas es muy fuerte, sólo es frecuente fuera de los torneos.
El partido se inicia con el típico cara o cruz para decidir a quién corresponde el primer saque. El frontón está repartido en 14 cuadros. La validez del saque depende de si la bola bota entre el 4 y el 7. En el caso de que supere este último, se puede realizar un nuevo intento, que quedará anulado si la bola no ha llegado ni al 4.
El jugador que saca se sitúa siempre en el doce y medio para sacudir la bola contra el frontis, que ha de ser repelido inmediatamente por uno de loa contrincantes. La pareja ganadora es la que consigue primero cuarenta puntos.
(Fiestas de España)