Al otro lado del viaducto de Segovia —una construcción contemporánea—, se vislumbran los jardines de las Vistillas. En agosto el parque se llena de madrileños que celebran las fiestas de la Virgen de la Paloma, la patrona oficiosa de la ciudad, (la oficial es la de la Almudena). La celebración se extiende por el barrio de La Latina. Un vecindario lleno de vida, especialmente los domingos por la mañana, cuando los puestos ambulantes del Rastro que venden desde mobiliario y revistas antiguas a ropa militar, toman la plaza de Cascorro por la mañana.
Y a última hora de la tarde, cuando los pubs y bares de la superplaza que conforman las plazoletas de Puerta de Moros, Del Humilladero y De los Carros junto con la plaza de la Cebada, y las calles de Calatrava y de Paloma, se llenan de los que se niegan a terminar el fin de semana.
(El País)