Cuando la epidemia de cólera, en el verano de 1885, reinaba don Alfonso XII, quien expuso a don Antonio Cánovas del Castillo, Presidente del Consejo de Ministros, su deseo de visitar el Hospital de coléricos de Aranjuez a lo que se opuso firmemente Cánovas.
El rey realizó la visita sin acompañamiento oficial y sin previo aviso. Se disgustó Cánovas y el Gobierno, se emocionaron los enfermos y aplaudieron al monarca. Y, como Alfonso XII conocía la gravedad de la enfermedad que padecía, comentó con amargura aquellas diferentes reacciones"Me ensalzan y me riñen por arriesgar lo que no tengo, la vida que se me escapa por momentos".
El rey realizó la visita sin acompañamiento oficial y sin previo aviso. Se disgustó Cánovas y el Gobierno, se emocionaron los enfermos y aplaudieron al monarca. Y, como Alfonso XII conocía la gravedad de la enfermedad que padecía, comentó con amargura aquellas diferentes reacciones"Me ensalzan y me riñen por arriesgar lo que no tengo, la vida que se me escapa por momentos".
Y, antes de finalizar aquel año de 1885, falleció el Rey de España.
(Anecdotario Histórico Español)