El propietario ha realizado los cordones para la Hermandad de La Macarena.
Jesús Spinola recuerda su infancia en la calle Francos, en la cordonería 'Alba' de su padrino, Manolo Alba, que la heredó de su padre Francisco, fundador del negocio en 1904. Jesús se fijaba en cómo su padrino hilaba los cordones y cómo cosía con la aguja de espigar, una técnica del siglo XVII. Así aprendió este singular oficio en vías de extinción, hoy único en España, del que se hizo cargo en 1998.
En la 'Cordonería Alba' solo hay una máquina, de hace más de 140 años. Está instalada en la puerta, mirando a la Giralda. En una punta está Jesús, en la otra siempre tiene algún amigo que le viene a ayudar. "En esta época del año no paramos de hacer cordones de comunión", puntualiza Spinola al mismo tiempo que no deja de girar la manivela para entrelazar los hilos.
El resto de productos los confecciona a mano en la diminuta tienda. Solo necesita un molde de madera de cedro y una aguja. Realiza cordones de lámparas, borlas, abrazaderas, borlajes para caballos, puntas de madroño para trajes de flamenca, cíngulos… todo a mano. "Por eso trabajo por encargo y a meses vista, si no, no me cunde; pero eso no es un problema, mis clientes aprecian este laborioso trabajo y tengo pedidos de todo el mundo", aclara Spinola, quien nos confiesa que este año él solo ha realizado los cordones para la Hermandad de la Macarena.
(Guía Repsol)
Jesús Spinola recuerda su infancia en la calle Francos, en la cordonería 'Alba' de su padrino, Manolo Alba, que la heredó de su padre Francisco, fundador del negocio en 1904. Jesús se fijaba en cómo su padrino hilaba los cordones y cómo cosía con la aguja de espigar, una técnica del siglo XVII. Así aprendió este singular oficio en vías de extinción, hoy único en España, del que se hizo cargo en 1998.
En la 'Cordonería Alba' solo hay una máquina, de hace más de 140 años. Está instalada en la puerta, mirando a la Giralda. En una punta está Jesús, en la otra siempre tiene algún amigo que le viene a ayudar. "En esta época del año no paramos de hacer cordones de comunión", puntualiza Spinola al mismo tiempo que no deja de girar la manivela para entrelazar los hilos.
El resto de productos los confecciona a mano en la diminuta tienda. Solo necesita un molde de madera de cedro y una aguja. Realiza cordones de lámparas, borlas, abrazaderas, borlajes para caballos, puntas de madroño para trajes de flamenca, cíngulos… todo a mano. "Por eso trabajo por encargo y a meses vista, si no, no me cunde; pero eso no es un problema, mis clientes aprecian este laborioso trabajo y tengo pedidos de todo el mundo", aclara Spinola, quien nos confiesa que este año él solo ha realizado los cordones para la Hermandad de la Macarena.
(Guía Repsol)