Rosquillas y vino dulce. Esa era la sencilla propuesta que ofrecía esta taberna cuándo abrió sus puertas en 1906. Sería en los años veinte, cuanto incorporaría a su carta los bocadillos, una novedad en el Madrid de la época que fue todo un éxito. La escasez de harina para elaborar pan en los años cuarenta, propició que probarán a ofrecer gambas acompañadas de un vaso de vino, cómo alternativa. Desde entonces, las gambas -a la plancha o al ajillo- son la especialidad de una taberna que sigue utilizando la vajilla y plancha de freír originales.
(Madrid actual)
(Madrid actual)