Antigua Plaza Mayor de la Villa, no lejos del castillo, remonta sus orígenes a los siglos X-XI, época de esplendor del Condado de Saldaña, aunque el conjunto actual es en gran parte obra del XVI al XVIII. Testigo privilegiado de la historia saldañesa y solar de las casas de los linajes más ilustres de la Villa, como los Cartagena (en cuya morada parece pernoctó Fernando el Católico, con motivo de una cacería real entorno a 1508, como consta en el Archivo parroquial de Villalafuente). Es de una gran belleza, elegante en su sencillez, sin duda uno de los elementos urbanos mejor conservados de la Comunidad castellano-leonesa, restaurado entre los años 1988 y 1996, y declarado centro del Conjunto Histórico Artístico en 1995.
Estructura
Tiene planta con tendencia rectangular, pavimentada con cantos rodados, y entradas en las cuatro esquinas. Las construcciones que la forman son generalmente de dos alturas y, excepto en un caso, de modestas dimensiones, asentadas sobre parcelas rectangulares y estrechas, empleándose con profusión los entramados de madera.
El piso bajo se construye sobre un zócalo de mampostería de cantos rodados, sobre el que se levantan las hiladas de ladrillo macizo dispuestas a soga y a tizón y unidas por argamasa de cal y arena. Sobre esta planta se levanta el segundo piso con una estructura más ligera de postes rematados con zapatas, unidos por carreras horizontales y tornapuntas diagonales. Estas tramas de pino y roble a veces se complican con la sucesión intermedia de postes más pequeños y maderos tableados horizontales a poco más de un metro de altura sobre la carrera. El relleno es en su mayoría de ladrillo, colocado sobre todo a soga y a tizón, con escasas hiladas dispuestas en espina de pez. Es frecuente también encontrar edificios donde estos complicados entramados arrancan desde el suelo, apoyando los postes sobre basamentos de piedra.
El elemento más característico del conjunto es el soportal, pavimentado con piedra y formado por pies derechos de madera (de sección circular o cuadrada) o por columnas y pilares de piedra que sustentan zapatas de madera (en su mayoría con formas de tronco de pirámide invertida) o sencillos capiteles de piedra (con volutas de orden jónico o diversas molduras de tipo dórico, a veces decorados con pequeños escudos de armas). Estos “poyos” se alzan sobre basas de piedra de formas muy variadas (simples cubos, basas con diversas molduras de tipo jónico y corintio, trapecios truncados…), hechas generalmente en caliza blanca.
La fachada principal se orientada hacia el interior de la plaza y tiene vanos bastante amplios y dispuestos regularmente. En la planta baja, la puerta rectangular suele estar centrada y flanqueada por dos amplias ventanas; en el piso superior se disponen dos o tres ventanas también rectangulares y a veces se dispone un balcón volado decorado con labores de forja. Todos estos huecos se enmarcan con madera y a veces presentan dinteles de ladrillo dispuestos a sardinel. El conjunto queda rematado con una cornisa de amplio alero, con canecillos de madera tallados, que sustentan los tejados a dos aguas donde sobresale una gran variedad de chimeneas de ladrillo.
La parte posterior de la vivienda se resuelve de varias formas, presentando pequeños patios o corrales con acceso desde esta trasera, o en algún caso con modestos voladizos.
Al contrario de como hoy lo observamos, todo el conjunto podía ir enfoscado, dejando a la vista las cabezas de la viguería. Las viviendas se adosan unas a otras mediante medianerías, también con entramados, hasta configurar la plaza y las entradas en sus esquinas.
(Ayuntamiento)