Cuando José Bonaparte, el rey intruso de España, tuvo que huir, Napoleón creía que toda la culpa la tenía su hermano y decía:
—En mi ejército faltaba un hombre: un general que lo mandase, y había un hombre de más: mi hermano José.
La frase es injusta. En otras circunstancias José Bonaparte hubiese sido considerado como un buen rey pues tenía ánimo generoso y abierto y quería dar a España un gobierno que hoy llamaríamos progresista; lo malo fue que le impusieron por la fuerza y el pueblo español se reveló contra él. Lástima también que el rey que anhelaban los españoles era nada menos que Fernando VII, el monarca más felón, malvado, imbécil y mal nacido de todos los reyes españoles.
(Carlos Fisas)