Considerada por muchos y nombrada por más aún «la calle más bonita del mundo». Es un poco pretencioso decir algo así, a un sevillano se le pondrían los pelos como escarpias, pero es que si no es cierto, está muy cerca de serlo. Es bonita de pelotas, de recorrerla cada día durante años y no cansarte. El río Darro acompañando, paralelo a los pasos, los puentes que comunican con la ladera de la Alhambra, la Torre de la Vela que se te cae encima...
Esa no es una calle, ¡es un poema!
Esa no es una calle, ¡es un poema!
(Sonsoles Lozano)