El yacimiento de La Rioja que cuenta con mayor número de icnitas contabilizadas es el de La Era del Peladillo en Igea. Ocupa un área de unos 2.100 m2 y contiene 1766 huellas de dinosaurio catalogadas, haciéndolo el primer yacimiento de Europa y el tercero del mundo en cuanto a número de huellas.
Fue catalogado en 1988 y excavado entre 1990 y 1996. Está dividido en 7 sectores en la ladera del monte. En el primer sector destaca una manada de herbívoros que andaban a dos patas y que tenían los dedos unidos por una membrana (como los patos). Este tipo de icnitas no se había encontrado antes en ningún sitio, por lo que fueron bautizadas como Hadrosaurichnoides Igeensis en honor de Igea y como los hadrosaurios tienen pico de pato, entonces, al describir estas huellas se determinó que podían ser "del tipo de los hadrosaurios”.
En el Sector Peladillo 1, hay marcas de algas Careceas o Characeas, y también marcas de los agujeros donde había vivalvos. Hay huellas de herbívoro con marcas de surcos entre ellas, debido a que el dinosaurio iba arrastrando la cola. Aunque todavía se ha contabilizado otro rastro, esta vez en el Sector Peladillo 5 en el que el tramo a observar con estas características es de mayor longitud que el antes referido.
Desde el Sector Peladillo 2 hasta el 6 hay huellas de una manada de herbívoros cuadrúpedos en todas las direcciones y sentidos, además en el Sector Peladillo 2 hay huellas de carnívoros semi-plantígrados. En el Sector Peladillo 5 hay varios rastros de carnívoros, entre los que aparecen algunas huellas muy pequeñas, por lo que se piensa que era un grupo que cuidaba a sus crías. Una de estas huellas, de 9 cm, es la más pequeña de carnívoro encontrada en La Rioja.
Como curiosidad a observar in situ en el Sector Peladillo 2 son las marcas del hallus (dedo V, en el talón) y la aparición en muchas huellas de rebabas de barro, lo que parece indicar que el barro debía estar más blando, propiciando el mayor hundimiento del dinosaurio.
En el Sector Peladillo 6 hay un caos de pisadas de herbívoros que caminaban a cuatro patas que pisotearon el suelo levantando el barro, borrando casi todas las huellas que antes habían dejado otros dinosaurios herbívoros y carnívoros. En el Sector Peladillo 7 se distinguen huellas de carnívoros grandes y pequeños, además de un rastro de herbívoro cuadrúpedo.
Durante los últimos veranos, se han venido desarrollando labores de recuperación de icnitas, dirigidos por Félix Pérez Llorente, responsable del grupo de Geología y Paleoicnología de la Universidad de La Rioja.
(Wikipedia)
Fue catalogado en 1988 y excavado entre 1990 y 1996. Está dividido en 7 sectores en la ladera del monte. En el primer sector destaca una manada de herbívoros que andaban a dos patas y que tenían los dedos unidos por una membrana (como los patos). Este tipo de icnitas no se había encontrado antes en ningún sitio, por lo que fueron bautizadas como Hadrosaurichnoides Igeensis en honor de Igea y como los hadrosaurios tienen pico de pato, entonces, al describir estas huellas se determinó que podían ser "del tipo de los hadrosaurios”.
En el Sector Peladillo 1, hay marcas de algas Careceas o Characeas, y también marcas de los agujeros donde había vivalvos. Hay huellas de herbívoro con marcas de surcos entre ellas, debido a que el dinosaurio iba arrastrando la cola. Aunque todavía se ha contabilizado otro rastro, esta vez en el Sector Peladillo 5 en el que el tramo a observar con estas características es de mayor longitud que el antes referido.
Desde el Sector Peladillo 2 hasta el 6 hay huellas de una manada de herbívoros cuadrúpedos en todas las direcciones y sentidos, además en el Sector Peladillo 2 hay huellas de carnívoros semi-plantígrados. En el Sector Peladillo 5 hay varios rastros de carnívoros, entre los que aparecen algunas huellas muy pequeñas, por lo que se piensa que era un grupo que cuidaba a sus crías. Una de estas huellas, de 9 cm, es la más pequeña de carnívoro encontrada en La Rioja.
Como curiosidad a observar in situ en el Sector Peladillo 2 son las marcas del hallus (dedo V, en el talón) y la aparición en muchas huellas de rebabas de barro, lo que parece indicar que el barro debía estar más blando, propiciando el mayor hundimiento del dinosaurio.
En el Sector Peladillo 6 hay un caos de pisadas de herbívoros que caminaban a cuatro patas que pisotearon el suelo levantando el barro, borrando casi todas las huellas que antes habían dejado otros dinosaurios herbívoros y carnívoros. En el Sector Peladillo 7 se distinguen huellas de carnívoros grandes y pequeños, además de un rastro de herbívoro cuadrúpedo.
Durante los últimos veranos, se han venido desarrollando labores de recuperación de icnitas, dirigidos por Félix Pérez Llorente, responsable del grupo de Geología y Paleoicnología de la Universidad de La Rioja.
(Wikipedia)