Cuando llega agosto desciende el nivel de las aguas del embalse de Linares y puede verse el antiguo puente romano, así como la veleta de la iglesia del pueblo de Linares del Arroyo. Un puente moderno ha sustituido al antiguo cerca de la ermita románica de la Veracruz -monumento nacional-, cuyas bellas pinturas románicas acabaron en el Museo del Prado de Madrid.
Al otro lado, rodeando las casas de Maderuelo, se alzan en lo alto del cerro las murallas, que se están restaurando poco a poco y recuerdan la imagen de un barco. Al pueblo se entra por la almenada puerta de los Dos Arcos, donde nacen las dos calles de la villa. Maderuelo es un tranquilo lugar de casas de adobe y dinteles de piedra, en muchas de las cuales figuran antiguas piedras grabadas con extraños signos, sobre todo flores o círculos, provenientes de la ciudad romana y visigoda que antes hubo.
Las leyendas hablan de cuevas que comunican las casas del pueblo por debajo. Dos iglesias, una en cada extremo, se reparten las devociones: la de San Miguel y la de Santa María, antigua mezquita según muestran los tres arcos árabes de herradura y con una momia en su interior de incierto origen. Otra cosa de la que están muy orgullosos sus habitantes es de la fuente de Aguachines donde parece ser se curan las enfermedades del riñón. El lugar está lleno de historias, muchas con base real. Su fiesta más importante es la romería de la Virgen de Castroboda, el útimo domingo de septiembre.
(ABC Viajar)
Al otro lado, rodeando las casas de Maderuelo, se alzan en lo alto del cerro las murallas, que se están restaurando poco a poco y recuerdan la imagen de un barco. Al pueblo se entra por la almenada puerta de los Dos Arcos, donde nacen las dos calles de la villa. Maderuelo es un tranquilo lugar de casas de adobe y dinteles de piedra, en muchas de las cuales figuran antiguas piedras grabadas con extraños signos, sobre todo flores o círculos, provenientes de la ciudad romana y visigoda que antes hubo.
Las leyendas hablan de cuevas que comunican las casas del pueblo por debajo. Dos iglesias, una en cada extremo, se reparten las devociones: la de San Miguel y la de Santa María, antigua mezquita según muestran los tres arcos árabes de herradura y con una momia en su interior de incierto origen. Otra cosa de la que están muy orgullosos sus habitantes es de la fuente de Aguachines donde parece ser se curan las enfermedades del riñón. El lugar está lleno de historias, muchas con base real. Su fiesta más importante es la romería de la Virgen de Castroboda, el útimo domingo de septiembre.
(ABC Viajar)