Hace 110 millones de años la comarca aragonesa de Matarraña, en la provincia de Teruel del Bajo Aragón era un delta fluvial con conexión al mar sobre el que reinaba un clima húmedo y cálido. En este ambiente vivía el que, hasta el momento, es el más antiguo antepasado de la fauna aragonesa, el Tastavinsaurius, nombre que la ciencia ha dado a los restos fosilizados encontrados en las cercanías de Peñarroya de Tastavins.
El dinosaurio de Peñarroya perteneció a un género hasta ahora desconocido, parecido al diplodocus, vegetariano, de cuello y cola largos, cabeza pequeña, unos 17 m de longitud y 25 toneladas de peso.
El dinosaurio de Peñarroya perteneció a un género hasta ahora desconocido, parecido al diplodocus, vegetariano, de cuello y cola largos, cabeza pequeña, unos 17 m de longitud y 25 toneladas de peso.