Un pueblo encantador oculto entre las montañas de la Sierra de Aracena. Llegar a él no es fácil, hay que sortear curvas y pendientes de estrechas carreteras de montaña pero sin duda merece la pena. Sus casitas son encaladas, sus calles estrechas y sus plazoletas irregulares y tras un paseo por ellas hay que descubrir la famosa Peña de Arias Montano y la ermita de Nuestra Señora de los Ángeles que se alzan sobre la localidad.
En tu visita no dejes de En tu visita no dejes de: degustar el mejor jamón ibérico, el producto estrella de la zona y de la gastronomía española y visitar algún secadero para descubrir sus fases de elaboración.
(Hola Viajes)