Ha quedado noticia de que, al menos desde 1846, hubo en la calle de Echegaray, entonces llamada del Lobo, un taller de marroquinería y de que en él entró como socio en 1872 el artesano alemán Enrique Loewe Roessberg.
A pesar del lento crecimiento del negocio, en 1892 se pudo abrir un nuevo taller y tienda en la paralela y más señorial calle del Príncipe. El cambio resultó a tal punto beneficioso que en 1905, el rey Alfonso XIII concedió a esta empresa familiar el título de Proveedor de la Real Casa y, tan sólo cinco años después, Loewe abriría su primera tienda en Barcelona.
A pesar del lento crecimiento del negocio, en 1892 se pudo abrir un nuevo taller y tienda en la paralela y más señorial calle del Príncipe. El cambio resultó a tal punto beneficioso que en 1905, el rey Alfonso XIII concedió a esta empresa familiar el título de Proveedor de la Real Casa y, tan sólo cinco años después, Loewe abriría su primera tienda en Barcelona.