CATEDRAL DE LEÓN |
Con el gótico, el peso va a los contrafuertes y se abren ventanales. Entonces la luz blanca se hace color: es la Jerusalén Celestial.
En el renacimiento el gótico se considera un artificio y empiezan a desaparecen las vidrieras. Las vidrieras -cuyo color se ha mantenido- cuentan historias enmarcadas en medallones, figuras, escenas que ocupan todo el ventanal... Un mundo de imágenes que sigue actuando sobre el alma del hombre.
(ABC Viajar)