Un oasis de paz y silencio en pleno centro de Valencia. Más de 12.000 metros cuadrados de superficie constituyen el que probablemente sea el jardín más bonito de Valencia y quizá también uno de los que más encanto guarda en España: el de Monforte.
Su origen data del año 1849, fecha en la que el marqués de San Juan compra un antiguo huerto y manda construir en él un amplio jardín de recreo. Años más tarde, su sobrina, heredera de la propiedad, se casa con Joaquín Monforte, dándole al espacio el nombre que actualmente conserva.
Declarado Jardín Histórico Artístico en 1941 por su singularidad y belleza, en 1970 se convierte en propiedad del Ayuntamiento que, tras una rehabilitación, lo abre al público tres años más tarde. Queda configurado como un espacio de descanso en pleno corazón de Valencia, donde el silencio que reina se articula con la agradable temperatura que ofrece el recinto en las tardes de verano. Basta echar un vistazo a alguna foto aérea de la ubicación para descubrir que los jardines se configuran en dos espacios físicamente bien diferenciados: uno de trazado desordenado y tupido y otro al más puro estilo francés, con trazado geométrico y divertidos laberintos.
Coronando el recinto, un palacete señorial de planta rectangular y dos pisos en el que hoy suelen celebrarse bodas civiles. Entre fuentes, senderos de tierra y arbustos recortados, un estanque y numerosas esculturas, bustos de corte neoclásico en su mayoría. Destacan dos leones de piedra, fabricados en su origen para presidir las puertas del madrileño Congreso de los Diputados, que finalmente fueron a parar aquí. Entre las especies vegetales con las que cuenta despuntan un tejo de Hokkaido, un pino rodeno, dos ginkos o un arce negundo, entre otros, aunque lo que más abunda es el ciprés, el naranjo y la rosa de la china, muy típica de Levante.
(Parques y Jardines Históricos)
Su origen data del año 1849, fecha en la que el marqués de San Juan compra un antiguo huerto y manda construir en él un amplio jardín de recreo. Años más tarde, su sobrina, heredera de la propiedad, se casa con Joaquín Monforte, dándole al espacio el nombre que actualmente conserva.
Declarado Jardín Histórico Artístico en 1941 por su singularidad y belleza, en 1970 se convierte en propiedad del Ayuntamiento que, tras una rehabilitación, lo abre al público tres años más tarde. Queda configurado como un espacio de descanso en pleno corazón de Valencia, donde el silencio que reina se articula con la agradable temperatura que ofrece el recinto en las tardes de verano. Basta echar un vistazo a alguna foto aérea de la ubicación para descubrir que los jardines se configuran en dos espacios físicamente bien diferenciados: uno de trazado desordenado y tupido y otro al más puro estilo francés, con trazado geométrico y divertidos laberintos.
Coronando el recinto, un palacete señorial de planta rectangular y dos pisos en el que hoy suelen celebrarse bodas civiles. Entre fuentes, senderos de tierra y arbustos recortados, un estanque y numerosas esculturas, bustos de corte neoclásico en su mayoría. Destacan dos leones de piedra, fabricados en su origen para presidir las puertas del madrileño Congreso de los Diputados, que finalmente fueron a parar aquí. Entre las especies vegetales con las que cuenta despuntan un tejo de Hokkaido, un pino rodeno, dos ginkos o un arce negundo, entre otros, aunque lo que más abunda es el ciprés, el naranjo y la rosa de la china, muy típica de Levante.
(Parques y Jardines Históricos)