Trazado en 1913, sustituyendo a otro anterior que se destruyó desafortunadamente, este jardín-laberinto formado por setos de mirto, tuya y ciprés emana serenidad al transitarlo. Cuenta con un recorrido muy sencillo que podrás completar en pocos minutos, depende de tu astucia, pero sin duda te maravillará el entorno que lo alberga, al igual que toda la ciudad de Sevilla.
(Laberintos)