A la derecha del mirador de la Boriza, esta playa de Asturias de rocas y arena blanca, está rodeada por espectaculares acantilados sobre los que sopla el viento y rompen las olas. Hay que tener especial cuidado con las corrientes de esta zona a la hora de bañarse.
Cuenta con buenos equipamientos y no suele estar muy masificada. Su acceso está adaptado a todos los públicos.
Cuenta con buenos equipamientos y no suele estar muy masificada. Su acceso está adaptado a todos los públicos.
(National Geographic)