En pleno valle de Cabuérniga no podemos olvidarnos de Carmona, uno de esos pueblos donde la tradición cántabra tiene un protagonismo especial. El pueblo es muy pequeño y,
además de tener encanto, hay que reconocer que se come muy bien.
Te recomiendo ir si lo que quieres es entrar en contacto con la Cantabria más tradicional. Un lugar de desconexión donde es fácil ver a sus lugareños con albarcas y donde el paisaje que lo rodea hace aún más bonito al pueblo si cabe.
Te recomiendo ir si lo que quieres es entrar en contacto con la Cantabria más tradicional. Un lugar de desconexión donde es fácil ver a sus lugareños con albarcas y donde el paisaje que lo rodea hace aún más bonito al pueblo si cabe.
(Imanes de Viaje)