El Salto del Nervión es, gracias a sus 222 metros de altura, el salto de agua más alto de la Península Ibérica. Lo suyo es visitarlo en época de lluvias o deshielo porque, en verano, la cascada puede llevar solo un hilillo del valioso elemento. La perspectiva desde el mirador es impresionante, como también el bosque de alrededor y la fauna que allí se encuentra: águilas, halcones, alimoches, lobos, corzos, jabalíes... aunque el que tiene mayor protagonismo es el buitre leonado. El sitio cuenta, además, con numerosas y fáciles rutas para hacer a pie o en bici.
(Se hace camino al andar)
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