El «animero mayor», vestido con gorro y traje de colorines del que cuelgan varios cascabeles, recorre el pueblo puerta por puerta, dando a besar una cruz y recogiendo en un calcetín de lana las limosnas.
Con lo recaudado se ofrece una misa a las ánimas. Se cantan coplas como esta:
Con lo recaudado se ofrece una misa a las ánimas. Se cantan coplas como esta:
«A las animas benditas
no hay que cerrarles la puerta
si no tienes para darles
ellas se van tan contentas».
Tiene lugar el 28 de Diciembre.