Cine Bohemia en el Clot en 1911 |
El carácter rural de esta zona se mantuvo hasta el siglo XIX. Algunas masías y torres señoriales han llegado hasta nuestros días, como la Torre del Baró o la Torre de San Joan. El resto han desaparecido con el tiempo, pero algunas de sus calles o rincones evocan el pasado agrícola.
Durante el siglo XIX se instalaron las primeras harineras, seguidas por industrias textiles, tejerías, etc. al Final del siglo XIX el barrio se había convertido en un asentamiento industrial y obrero, con un aumento muy importante de población, la mayoría procedente del resto de Cataluña y de Aragón.
El año 1854 empezó a circular la línea de tren en dirección a Francia, y en 1861 la de Zaragoza. El posterior soterramiento o desaparición de los trazados del tren, ya en el siglo XX, no supuso la desaparición de barreras urbanas, al ser sustituida por vías rápidas para automóviles como la Meridiana, inaugurada el año 1964 o, más tarde, Aragón y la Gran Vía. Este hecho, que actualmente se intenta corregir facilitando la permeabilidad peatonal a través de estas grandes arterias, ha sido una de las causas de la consolidación de dinámicas urbanas diferenciadas en el Clot y en el Camp de l'Arpa.
El Clot ha perdido poco a poco su carácter industrial, al desplazarse o desaparecer antiguas fábricas y talleres. Eso ha hecho posible la recuperación de algunos grandes espacios para uso ciudadano, como el parque del Clot. Otras zonas, como el Clot de la Mel, han acogido nuevas implantaciones residenciales.