Ribamontan al Mar es tierra de artesanía, de riqueza patrimonial, de gastronomía deliciosa (imperdibles sus parrilladas de pescado), de playas y de surf. El municipio es epicentro de los orígenes del surf en el cantábrico. La playa es extensa (casi 4 kilómetros de arenal), y su arena es fina y dorada. El oleaje es constante y fuerte. Cuenta con diferentes servicios y accesos adaptados.
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