Es la imagen más emblemática de la ciudad. Su gran valor reside en el conjunto de casas porticadas recubiertas por una llamativa escenografía acristalada con vistas al puerto pesquero que diseñó a mediados del siglo XIX Juan de Ciórraga. Un festín para los ojos que gracias a la reciente remodelación de la zona ha cobrado mayor espectacularidad si cabe.
(El Mundo)
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