Bordeada por edificios tan emblemáticos como la Casa de las Conchas, la Clerecía (Sede de la Universidad Pontificia), la Iglesia de San Benito, los conventos de la Madre de Dios y de las Agustinas para culminar en el Palacio de Monterrey, no hay calle más bonita y espectacular en la que es, sin duda, una de las poblaciones más atractivas de nuestro país.
(El Mundo)
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