Esta villa salmantina es famosa por haber sabido conservar la arquitectura tradicional de la Sierra de Francia, de fachadas blancas y balconadas en madera. El municipio se levanta sobre una ladera haciendo que las calles y edificios se distribuyan de forma escalonada. Esta singular ordenación de Candelario regala al viajero rincones de lo más pintorescos.
Destacamos las regaderas, auténtico alcantarillado de origen medieval, los edificios de la Iglesia de Nuestra señora de la Asunción, la Ermita del santísimo Cristo del Refugio y el Ayuntamiento, así como el Museo de la Casa Chacinera, dedicado a la cultura y tradiciones locales.
(Destino Castilla y León)