Son muchos los encantos por los que esta ciudad debe figurar en la lista de joyas costeras de Asturias. Apuntamos unos pequeños botones de muestra como el atardecer en el puerto y Cimadevilla, disfrutar de la cultura de la sidra y de maridarla con los oricios (en invierno) y visitar con el buen tiempo los merenderos repartidos por Santurio, Cabueñes, Deva, Somió o Mareo.
(El Viajero Fisgón)
(El Viajero Fisgón)