El embalse está a unos 5 km de Logroño, unido a través de la Vía Verde que se integra en la ruta del Camino de Santiago.
La Grajera es una de las pocas zonas húmedas que existen en la región. Es el hábitat de numerosos animales y plantas y se ha convertido en una zona de respeto a la Naturaleza en la que disfrutar de actividades, ocio y educación ambiental.
El espacio natural del embalse se ha dividido en tres áreas: área de acogida, de restricción y de protección.
El área de protección solo es accesible para científicos y educadores ambientales. El observatorio de aves del área de restricción es un lugar camuflado, como en las películas militares, con ventanucos desde los que admirar al aguilucho lagunero, a la focha, al ánade real o los somormujos, entre otras aves acuáticas.
La paciencia y el silencio son los mejores aliados para disfrutar de este paraje.
(Escapada Rural)