Entre las varias posibilidades de hacer una parada para ensimismarse con lo que la naturaleza regala, está el Mirador de la Creueta, instalado a 232 metros de altura con el islote de Colomer al fondo. Imprescindible ir al caer el sol cuando, moribundo, llena la zona con sus tonos rojizos y dorados.
(Guía Repsol)