El Río Couso nace cerca del alto de San Cibrán, a más de 400 m. Su tramo alto se caracteriza por sus fuertes pendientes, que dan forma a varios saltos de agua. Discurre por la aldea de Couso y dió fuerza a los molinos del mismo nombre y más abajo a los de A Laxe.
Después llega al valle de Cans, donde el río pierde su fuerza y se junta con el arroyo da Vida, para más tarde dar sus aguas al Río Louro. Justo antes de llegar al valle de Cans, el río tiene que salvar más de 200 m en un escaso trayecto de menos de 500 m. Es en este lugar donde el río forma un conjunto de tres formidables cascadas que cuando el río lleva bastante agua se convierte en un verdadero espectáculo.
Un poco más abajo existen los restos de un viejo gran molino de dos ruedas que aprovechaba el salto para su trabajo.
Después llega al valle de Cans, donde el río pierde su fuerza y se junta con el arroyo da Vida, para más tarde dar sus aguas al Río Louro. Justo antes de llegar al valle de Cans, el río tiene que salvar más de 200 m en un escaso trayecto de menos de 500 m. Es en este lugar donde el río forma un conjunto de tres formidables cascadas que cuando el río lleva bastante agua se convierte en un verdadero espectáculo.
Un poco más abajo existen los restos de un viejo gran molino de dos ruedas que aprovechaba el salto para su trabajo.
Lo malo es que para alcanzar la fervenza, hace falta salirse de la ruta marcada que lleva desde los molinos de A Laxe hasta los de O Couso. Pasando los primeros, debemos descender por la ladera del monte sin ninguna senda ni ninguna señalización, hasta el valle donde discurre el río. Aquí veremos el hermoso salto, digno de los mejores del sur de la provincia de Pontevedra. Sin duda, un lugar mágico con una escasa puesta en valor.
(Galicia Máxica)