Según la tradición aranesa, en el momento de la Creación, Erulet no quiso elegir entre el Bien y el Mal y, por consiguiente, no fué aceptado ni el cielo ni en el infierno. En cambio, fué relegado al Valle del Alto Garona, entre Bossost y Les
Se le describe como un espíritu maléfico que recorre el Valle de Arán, sin que se especifique su aspecto. Sólo se conocen sus fechorías sin que se describa un comportamiento definido.