En el año 1024, Ermengol II el Peregrino, conde de Urgell, levantó el castillo de Montsonís a fin de proteger las tierras conquistadas a los musulmanes.
En el año 1024, Ermengol II el Peregrino, conde de Urgell, levantó el castillo de Montsonís a fin de proteger las tierras conquistadas a los musulmanes.
El paso posterior de diferentes linajes: Ribelles, Ponts, Perves... fue modificando la fortaleza hasta el siglo XVII, en que acabó por tener su estructura actual.
El interior del castillo, abierto al público, conserva la antigua sala de armas, la cocina con la cisterna, el oratorio privado, la bodega con un pasadizo que comunicaba con el cercano templo de Salgar, las mazmorras y la llamada alcoba del Peregrino, que evoca el paso de una de las variantes del Camino de Santiago por esta zona.
El resto del pueblo llama la atención por su conjunto de caserones bien conservados, presididos por un robusto templo en cuya proximidad se asienta el mínimo cementerio, abierto al accidentado paisaje de La Noguera.
(Pequeños pueblos medievales)