Dentro del parque natural de la Corona Forestal, al sur de la isla de Tenerife, hay un rincón mágico que asoma entre una alfombra de pinos: se llama Paisaje Lunar y está formado por numerosas figuras cónicas que algunos comparan con una catedral modernista, y que es obra del efecto de la erosión sobre una ladera de miles de capas inclinadas de fina ceniza volcánica de color beis. Se accede a pie por un sendero de 13 kilómetros (ida y vuelta) que parte del pueblo de montaña de Vilaflor.
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