En el año 1991 se conoce a través de la prensa, las supuestas apariciones marianas que estaba teniendo lugar en El Cerillo, en la gruta junto a la Hacienda del Cerrillo propiedad del Obispado de Córdoba.
Una cordobesa devota y con fama de curandera, "Maruja" (Camen Santos Martínez), declara que ve a la Virgen en la gruta existente en el paraje, lo que hace que centenares de cordobeses acudan semanalmente a visitar el lugar de las supuestas apariciones. El periódico de la crónica recoge cómo niños y adultos declaran haber sido testigos de las apariciones incluso llegando a transmitir un milagro para el año 1992:
"Ella tiene una voz muy dulce y hay veces que huelo a incienso cuando se me aparece (...) La veo vestida de blanco y con un velo de gasa. La primera vez estaba fuera de la gruta, junto a un pino. Me asusté, pero Ella me dijo quién era y que no tuviese miedo. Desde entonces la he visto aquí, en el árbol grande que hay junto a la carretera, en mi casa y en la de una mujer. También he visto a Jesús, vestido con un manto rojo y una túnica blanca. Él sí que se enfada a veces, por que no somos buenos ". Las tres niñas videntes aseguran que en 1992 se producirán allí grandes milagros
La madre de María José y de Nieves también presenció los fenómenos en alguna ocasión. «Hasta he visto un gran resplandor y me he dado cuenta del olor a flores que hay a veces. Mis hijas dicen la verdad, aunque en mi barrio no me gusta hablar de ello porque enseguida te toman por loca. Pero yo sé que es cierto y todos terminarán por darse cuenta de que aquí vienen la Virgen y Jesús, y de que la gente se cura sin que los médicos puedan creerlo. Todos se acordarán de esto en 1992, cuando se cumplan los milagros que Ella ha anunciado"'