En 1869, la española Eugenia de Montijo, emperatriz de Francia, esposa de Napoleón III, viajó a Egipto para inaugurar el Canal de Suez y el Sultán Abdul Azíz la recibió como correspondía, invitándola, incluso, a visitar su Harén y, la entonces favorita del Sultán, al ver como este colmaba de atenciones a la forastera, se acercó a ella y le propinó una sonora bofetada.
La Emperatriz quitó importancia a lo sucedido y no lo transformó en un conflicto diplomático, comprendiendo los celos de la favorita.
La Emperatriz quitó importancia a lo sucedido y no lo transformó en un conflicto diplomático, comprendiendo los celos de la favorita.
(María Francisca Olmedo de Cerdá - Anecdotario histórico español)