Depositario de la idea de placer, de paz, el idílico arenal de S'Alga (qué mejor decorado para películas de piratas y bucaneros) extiende sus hechuras en un islote al que llega con buen tiempo, desde La Savina, la barca Bahía, realizando una escala en Ses Metes. Una vez en S'Espalmador solo se tiene derecho de tránsito por la orilla: aunque es privada, el día menos pensado la isla ostentará la titularidad pública.
Aquí rinden pleitesía cientos, miles de yates procedentes de todo el Mediterráneo: tal es la calidad de su arenal y aguas de transparencia vítrea en las que los bañistas se empapan de belleza.
Aquí rinden pleitesía cientos, miles de yates procedentes de todo el Mediterráneo: tal es la calidad de su arenal y aguas de transparencia vítrea en las que los bañistas se empapan de belleza.
De lo que pocos son conscientes es de que pertenece al parque natural de las Salinas de Ibiza y Formentera, y que los baños de lodo están prohibidos, por antihigiénicos.
Es aconsejable costear a pie hasta su punto de fuga, la vieja torre vigía, pasando después a la playa de Sa Torreta, ya cerca del faro-islote de En Pou. La sombrilla es tan importante como el agua.
Es aconsejable costear a pie hasta su punto de fuga, la vieja torre vigía, pasando después a la playa de Sa Torreta, ya cerca del faro-islote de En Pou. La sombrilla es tan importante como el agua.
(El País)