Se conservan antecedentes de construcciones particulares desde 1780.
Tradición.—Cuéntase que existían en este sitio tres trozos de unas minas que se habían extendido hasta el Abroñigal bajo, y que fueron destruidas durante las contiendas entre D. Pedro y su hermano D. Enrique II el Bastardo. Por este paraje corría el arroyo de Matalobos, llamado así porque era el punto donde se cazaban con facilidad los que en el siglo XV pululaban por las cercanías de la Villa.
Añade otra tradición, para puntualizar más el sitio, que estas minas, ó cuevas, daban salida a la heredad del Rubio y al valle de Jesus.
(Carlos Cambronero)